Recordamos a un valiente en la hipica Carlos Agustin «Cacali»Arias Icaza
Andrés Farrugia, quien se apura en decir de “Cacalí” Arias fue, entre muchas cosas, un excelente patrón, es el que más puede hablar del propietario del Stud Characo porque le correspondió vivir de cerca la historia desde los tiempos de Pal Que Pueda y Biscochito hasta los últimos días.
“Andy” interrumpe su faena diaria durante una mañana acuosa y se sienta en la oficina de su establo para contar su versión. Antes, nos entrega tres fotografías de los años 70 y 80 de ejemplares que fueron propiedad de “Cacalí” Arias, después, hace la observación de que la oficina en donde estamos reunidos fue mandada a construir por el señor Arias.
“Papapi fue un fuera de serie”, califica Farrugia. Surge un sobrenombre que no conocíamos, y nos explica que así le decían sus hijos, nietos y familiares cercanos.
Andrés confirma que la accidentada llegada de “Cacalí” Arias a la esquina del Grupo Farrugia tomó otro giro cuando compró dos caballos traídos a Panamá por Ernesto Paris, que fueron Pal Que Pueda y Biscochito. Reseña que Pal Que Pueda compitió, con la monta de Hilario Hernández, como favorito del clásico Presidente de 1971. En esa oportunidad llegó en el quinto lugar.

Ese mismo año, “Cacalí” Arias les compró a Luis “Lucho” López y a su hermano, un caballo nacional llamado Jovencito, que fue ganador clásico, y con el mismo, el Stud Characo representó por primera vez a Panamá en el clásico Internacional del Caribe. Con estos dos episodios creció el entusiasmo de Arias y decidió acompañar a “El Mago” en una expedición que tuvo como destino Argentina.
De regreso vinieron con la yegua Ala Tau y el caballo Caroteno. Dice “Andy” Farrugia que después de haber comprado a Ala Tau, antes de viajar a Panamá, participó en la Polla de Potrancas en el hipódromo La Plata, y la ganó, así que el negocio salió redondo y con lo ganado decidieron traer a Caroteno.
La victoria en la Polla de Potrancas hizo que las acciones de Ala Tau subieran y llegó al hipódromo panameño -junto a Caroteno- con mucha fama. Ambos tuvieron buena campaña, pero acá se toparon con buenos corredores como Curvet, Betsabé II, El Magnate, Sicodélico, Imprevu, Paulus, Tornasol, un monstruo como El Mandamás, entre otros.
Dice Farrugia, quien en la mayoría de las veces fungió como entrenador oficial de los ejemplares del Stud Characo mientras su padre lo asesoraba, que “Cacalí” Arias era un “bravo de la hípica” en el sentido de que era sumamente entusiasta y emprendedor. “Él siempre iba hacia adelante, en eso se parecía mucho a “El Mago”
A juicio de Farrugia, además de ser un individuo caballeroso y muy educado, “Cacalí” fue un hombre de avanzada.
“Andy” Farrugia confirma la versión de que su padre en principio pensó que Barremina, el más reconocido pupilo del Stud Characo, había sido una mala inversión, pero que después de comenzar a entrenarlo se dio cuenta de que tenía un campeón en el establo y que, por su poderío, iba a “barrer” en el hipódromo. Es decir, no era una “mina” que le había entregado a “Cacalí” Arias para que le estallara en la cuadra, sino un “barremina” que le haría ganar muchas batallas sobre la pista. Y así fue.
Barremina ganó 12 veces sin perder en manos de los Farrugia. Una desavenencia lo llevó después a otra cuadra, y el resto es historia. Sin embargo, el vínculo de la familia Farrugia y el señor Arias no se rompió del todo porque estaba construido sobre la buena fe.
En la memoria de “Andy” hay muchos recuerdos y nombres guardados. Menciona a Altisonante, Queen Nani, Idarela, Giorgio, Azúcar, Atractivo, entre otros. De este último, cuenta que tenía el problema de que se le subían los testículos y era tanto el entusiasmo e ingenio de “Cacalí” Arias que un día lo invitó a que lo acompañara al río Pacora, en donde recogió unas piedras, después fue a Juan Díaz a comprar unas sogas y sugirió que le amarraran las piedras en la zona afectada a ver si así se remediaba el mal
“Era realmente un hombre positivo, tenía iniciativa y trataba de buscarles solución a los problemas”, recuerda entre risas Farrugia. “Insisto en decir, era un fuera de serie, pero sobre todo, ‘Cacalí’ Arias era un winner”, termina Farrugia
Articulo tomado del libro biográfico Una pasión feroz por la hípica por Egbert Lewis
Puede ver este libro electronico en la siguiente enlace https://carlosagustinarias.vivenciashipicas.com/cacaliarias.pdf