Cuando “El Mago era joven hizo una gran amistad con Manolín Prado, un hombre muy trabajador, que se dedicaba al comercio de mariscos. Ellos tenían un grupo que se reunía todas las mañanas a tomar tiempo (“Ratón” Quezada, tito Campos, Frisa y El Mago). Eran un grupo de enamorados de la hípica y en las mañanas tomaban tiempo para conseguir un buen dato.